De sueño en sueño

Otra vez caminando en la calle se puso a pensar donde ir  pero sus piernas no paraban de moverse, como sus pensamientos en su cabezota  buscando la solución, un puesto de lotería distrajo sus pensamientos y soñó por un momento que podría hacer Con todo el dinero, y en su fantasía pago a todos sus acreedores envío dinero, mucho dinero para su familia, dispuso las formas de agradecimiento que tendría con cada uno de las personas que eran importantes para él, la familia, los amigos, las personas  que tanto le habían dado incondicionalmente.  

        Sin pensarlo siquiera estaba entrando a una iglesia, sintió calor regocijo paz y mucha nostalgia se sentó…y  solo miro de forma neutral el altar…hasta dormirse…

Una mano en su hombro lo despertó y se avergonzó pidió disculpas cogió su mochila y salio sin mirar siquiera nada,  tenia sueño mucho sueño, ya casi eran las 9 de la mañana siguió caminando por unas callejuelas poco transitadas del centro y llego a la boca del metro un ascensor  unía plaza de España con noviciados las líneas 2, 3, y 10 se abrió el ascensor y entro miro por todos lados y como un canguro salto por encima de la taquilla sin picar,  al entrar llegaba el tren de la línea 10 cogió el metro, una vez adentro en movimiento sintió que podía estar mejor … siguiente parada príncipe pío coincidencia con la línea 6 y metro ligero terminal de bus y tren rápido (renfe)  
subió las escaleras mecánicas empujado por los cuerpos que no paraban de circular, subir, bajar, salir y entrar en el metro al llegar a la plataforma se dio cuenta que la línea 6 estaba llegando ¡es la circular! se dijo…era el lugar perfecto para dormir y volver mas tarde a la misma estación. 

UN CAFÉ Y DOS PORRAS - Ladrón de Amor

          Un Café y dos Porras

Nuevamente cogió camino y esta vez encontró un bar ya abierto,  un café con dos porras y la calefacción del lugar le devolvieron otra vez los ánimos, la ferocidad de su hambre era inconsciente en él, devoro todo y cuando se dio cuenta que no podía ir a ningún lugar todavía, que no tenia apuro, estaba viendo el fondo de la taza de café…
vacía y de las porras solo quedaba las servilletas sobre el pequeño plato, vio el noticiero un poco para mantenerse informado y tener tema, después comento una noticia con el camarero y no falto quien se uniera al comentario, al ver de donde venia tan acertado comentario, descubrió  junto a la taza de café un mechero, por lo que sin pensarlo se atrevió a pedirle un cigarrillo, nunca antes lo había hecho fue inconsciente, amablemente se lo dieron  invitándolo a salir a fumar a la calle… preguntándose ¿por que no?  Dejo la mochila en el taburete y fue a la puerta desde donde podía verla tenia su vida en ella…


Comentaron el tiempo los lugares de donde venían y cuando se dio cuenta estaba riéndose con el nuevo amigo le dieron las 8 am y llevaba dos cafés y un cola-Cao que Ramón le había invitado.

Gracias ramón ya nos veremos mañana…
Ramón: ¡Uh otro día…! - dijo el pescadero andaluz.
Sonrío levemente y se despidió con un adiós

Mientras ramón le decía: ¡¡¡que te cunda el día chaval!! ......
LADRÓN DE                                      Amor… 
Prologo
     Cuando vivimos en una gran ciudad casi nunca nos ocupamos de ver a las personas que día a día se entrelazan con nosotros en nuestro diario vivir, si no es para ver moda comercio o algún provecho que podamos lograr.  En toda gran metrópoli se escriben historias quizás como esta, pero les aseguro que ninguna será igual. Personas que pasan inadvertidas  son imperceptibles a
nuestra vista, viven entre nosotros, con nosotros, nos atiende, nos observan, nos esperan, y nos aman algunas veces sin pedir nada a cambio. Por que toman de nosotros lo que no usamos, lo que dejamos de ver, aquellos afectos que desbordamos naturalmente sin darnos cuenta, para ellos cuando el valor  de lo material es muy alto, los valores de las personas son mas importantes, no pretendo dar lecciones solo contare las muchas historias de un buen samaritano y sus deseos por querer vivir como solo él ha llegado a hacerlo,  del amor.
        Caja Cartones y Cajeros 

  La noche había sido tan fría,  que sus movimientos eran casi imperceptibles, su cuerpo parecía no tener articulaciones y haberse solidificado, daban ya las 6 de la mañana y el metro habría sus puertas la ciudad despertaba y como en una película a través del cristal y por debajo de la delgada manta que escasamente lo abrigaba podía ver que la ciudad vivía otro nuevo día. Dando gracias a dios cerro los ojos para nuevamente tomar valor y poder comenzar un día mas … lo primero eran ponerse los zapatos debajo de  la lona plástica que usaba como   manta, coger el teléfono que estaba  junto a su dura y oscura almohada  fiel compañera de aventuras, en ella  guardaba sus secretos, sus misterios, vio la hora y guardo el móvil, se incorporo rápidamente y en segundos ya estaba la manta recogida, de espaldas a la puerta con la capucha puesta y la cabeza inclinada guardaba la manta en un rincón de la negra mochila, rápidamente recogió su delgada cama,  doblándola y haciéndola tan pequeña como pudo  para poderla llevar bajo el brazo, respiro profundamente al mismo tiempo que quitaba el seguro de la puerta del cajero automático que esa noche lo había guarecido, con la vergüenza y el miedo a flor de piel casi corría al contenedor para dejar en él sus sueños rotos impresos en el cartón que la noche anterior protegiera su cuerpo del frío suelo donde durmiera… cajas y cartones con algunas manchas como de humedades por las lagrimas derramadas de impotencia, de vergüenza, de dolor del alma que no podía guardar más, porque se rebalsaban de sus ojos…ahora cansados tristes y sin el brillo de antes …
se metió las manos en los bolsillos para una vez mas ver si podía pasar un mejor día hoy, encontrándose algunas monedas que sumaban 4con 44, tenia frío, hambre, sueño y muchas frustraciones, caminando sin rumbo pero como alguien que sabe donde ir, como una sombra fantasmal en la madrugada llego hasta el parque como buscando un lugar, su lugar, un sitio… descubrió un grifo de agua junto a un banco de madera y mas haya un mendigo un caminante lo miraba con mucha curiosidad, apoyo la mochila en el banco, se quito la chaqueta, saco de la mochila una camiseta limpia que estaba cuidadosamente doblada y una toalla pequeña, un desodorante en barra que había comprado por un euro en el chino y le permitiría por lo menos no oler tan mal.



Desnudose medio cuerpo ahí aprovechando la oscuridad que trae la primavera por las mañanas con el cambio de horario reciente,  se metió bajo el grifo y medio baño todo lo que pudo resistir, con el frío del sereno y los palos que le daba el agua, se lavo la cabeza, el cuello, las axilas y parte del dorso todo muy rápidamente cogió su toalla para secarse, se puso la camiseta limpia esta vez, la chaqueta, un poco de desodorante, y limpio su mochila lo mejor que pudo para que no se viera tan sucia, guardo todo otra vez en ella, mágicamente todo entro…llevaba su casa consigo.