Imagen
Daban
ya las 12 horas con 53 minutos cuando un sonido melodioso y conocido ruido lo
despertó abrió los ojos ya no había tanta gente en el metro como cuando se
quedo dormido, sintiendo las miradas examinadoras de los pocos pasajeros trato de tomar conciencia en su
postura y como se veía, cogió fuertemente su mochila que no había dejado de
abrazar durante todo el tiempo que durmió,
y sintió que no le faltaba nada se quito las gafas oscuras Ray Ban que ayudaban
a ocultar sus melancólicos ojos.
Ya,
un tanto descansado pero muy adolorido Decidió que era mejor acudir a la reunión
que lo esperaba, una vez mas busco en su bolsillos y entre las pocas monedas
que encontró pudo tomarse otro café, esta vez solo café ya no era tanto por
tomarlo, si no que necesitaba un espejo un baño un lugar para tratar de mejorar
la apariencia y que su imagen no causara tan mala impresión, al verse en el espejo se buscaba sin poderse
encontrar extrañaba la melena que solía llevar la barba poblada en forma de
perilla y los bigotes que tanto sexapil le daba.
Cogió la maquinilla descartarble y rasuro las sobras que le creaba la barba de dos días por que
hacia ya 1 mes una graciosa peluquera le cortara el cabello muy corto y le afeitara, llevándose las navajas una
imagen que no podía mantener.
Era
consciente que de la forma que estaba viviendo no se vería aseado si mantenía
esa apariencia, por eso tiro el cepillo de peinar, el gel y todo lo demás,
ahora ya no los necesitaba, le bastaba con sus manos y el agua para arreglarse
el cabello que llevaba, se arreglo la camiseta la chaqueta revoloteo sus cortos
cabellos con sus dedos como queriéndolos organizar, de entre unos de sus
bolsillos saco un minúsculo frasco, vertió unas escasas gotas en la palma de la
manos y la llevo a su rostro a los lados del cuello y otras gotas mas para las
solapas de la chaqueta que se esmeraba en que se viera diferente, como si con
sus manos volverían a verse como en el primer día que se la compro en el centro
comercial de las Rosas Vila. Convencido de su apariencia salio del baño con la chulería
que siempre lo caracterizo, la seguridad lo invadió y era él nuevamente o por
lo menos trataba de serlo pago el café, dejo de propina los escasos céntimos
que le quedaban con una amable sonrisa se despidió de la camarera que lo miraba
un tanto desconcertada por que ya no era el mismo que entro y al cual le sirvió
el café.
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